mejorar la comunicación en el ámbito laboral profesionales aquí

En la primera parte de este artículo tuvimos un abreboca de la importancia de mejorar los procesos comunicativos dentro de la organización; todo debido a que la mayoría de los problemas  en el ámbito laboral derivan de una comunicación deficiente.

En tal sentido, daremos continuidad explicando más a detalle cada una de las recomendaciones dadas en el artículo anterior —si no los has leído, puedes hacerlo haciendo clic aquí—.

Escuchar activamente

¿Cuántas veces no has sentido que, al hablar con alguien, esa persona solo parece estar pensando lo que te va a responder? Pues bien, la escucha activa es todo lo contrario. Se centra en los siguientes aspectos:

  • Las palabras que el hablante dice
  • El tono de voz y el lenguaje corporal que el hablante expresa
  • El mensaje implícito que no dice abiertamente pero que insinúa

Un oyente activo suele, además, parafrasear a su interlocutor diciendo algo como lo siguiente: “Si te entiendo bien, ¿me estás diciendo que x…?”. Solo cuando hayas realmente entendido el mensaje de tu interlocutor llegará el momento de pensar en tu intervención.

Entender diferentes estilos de comunicación

No todos se expresan del mismo modo: unos son directos mientras otros son indirectos, unos son tímidos mientras otros son extrovertidos, unos expresan sus sentimientos mientras otros se centran en los hechos prácticos…

En este orden de ideas, no importa cuán correcto piensas que es tu forma de expresarte: si alguien no te entiende, no es culpa de esa persona sino tuya. Es tu tarea el analizar la manera en que tal persona se comunica y transmitirle los mensajes “en su mismo idioma”.

Agendar reuniones semanales del equipo de trabajo

Uno de los mayores peligros que acechan a los equipos de trabajo es el desgaste: mientras menos hablen los miembros entre sí, más se enfriarán las relaciones. Buena comunicación genera más buena comunicación. Por ende, los grandes líderes conocen la importancia de abrir espacios semanales de encuentro entre todos los miembros de su equipo de trabajo para fomentar el compañerismo y la unidad.

Tener un lenguaje corporal adecuado

¿Te has propuesto mirarte al espejo y ver cómo luces al hablar?, descruzar los brazos, tener una postura erguida (sin sobreactuar), hacer contacto visual y sonreír amablemente son señales que le indican a tu interlocutor que estás dispuesto a escuchar su mensaje.

Conocer los intereses de tu audiencia

Si te toca expresarte en público y dar una presentación, no es suficiente con pensar cómo te gustaría a ti recibir esa información. Tal vez tu audiencia no está interesada en complejas estadísticas difíciles de entender y solo quieren conocer la aplicación práctica de tus informes. O, tal vez, tu audiencia está deseosa de conocer cifras y datos exactos que respalden las propuestas pragmáticas que presentas. En todo caso, la recomendación es salir de ti mismo y ponerte en los zapatos de tu audiencia para transmitir el mensaje de acuerdo a sus necesidades e intereses (por encima de tus necesidades e intereses personales)

Reconocer y elogiar el trabajo bien hecho

Probablemente, si eres un supervisor, corregir y señalar los trabajos mal realizados sean parte de tu lista de deberes. Sin embargo, a nadie le gusta compartir con un crítico y un regañón. Procura observar cuando algo sea bien hecho y acostúmbrate a elogiar a quien se lo merezca. De este modo equilibrarás la balanza y evitarás que tus trabajadores sean tímidos en tu presencia. En su lugar, serán más abiertos a la hora de expresarte sus inquietudes.

Por otro lado, si eres un miembro del equipo, aprende a agradecer y reconocer la ayuda que recibas de tus compañeros por medio de los elogios.

Aprender a dar críticas constructivas correctamente

Si es necesario hacer una crítica, hazlo en privado, no en público. Si alguien expone sus ideas durante una presentación, lo mejor es esperar a que la presentación finalice y señalar los errores a puerta cerrada.

En este respecto, hay que considerar el momento y lugar adecuados para hacer una crítica. Si te encuentras en tu primer día de trabajo, no sería muy prudente cuestionar todo lo establecido a viva voz ¿verdad? El derecho a dar críticas constructivas debe ganarse llevando primero una trayectoria ejemplar.

Entender el papel que juega cada persona en el proyecto

Si has sido recientemente asignado a (o puesto a cargo de) un nuevo equipo de trabajo, tómate tu tiempo para saber exactamente quién hace qué en el proyecto. Lo anterior te ayudará a comunicarte más asertivamente con cada miembro del equipo.

Agendar reuniones 1:1

Agendar reuniones con cada empleado de forma individual te sorprenderá con todo lo que saldrá a la luz. Existen empleados que por timidez no expresan sus ideas en las reuniones grupales. No obstante, los mismos son capaces de compartir datos reveladores que, de otra manera, no tendrías acceso a recibir.

Conocer a los demás a nivel personal

Aprende a conversar sobre tópicos fuera de lo laboral con tus compañeros y empleados. Saber que María está sacando una licenciatura en las noches o que Carlos tiene un hijo enfermo no significa invadir el espacio personal sino, más bien, humanizar las relaciones lo cual deriva en más empatía y camaradería.

Aprender a hablar apropiadamente delante de un público

En el colegio, muchos de los ataques de pánico tuvieron lugar al tener que hacer una exposición en público. Sin embargo, en el trabajo, es una tarea muy frecuente. Hacerlo mal pondrá incómoda a tu audiencia mientras que hacerlo correctamente puede llamar la atención de forma positiva de aquellos que están en altos rangos ejecutivos. Aprender a hablar en público te preparará para avanzar en tu carrera con miras a cargos más altos en la organización.

Por otro lado, si tú eres el dueño, dirigirte de forma apropiada a tus empleados (al hablar en público) les hará sentir inspirados y representados lo cual redunda en un mayor sentido de pertenencia con la organización.

Comunicarse cara a cara más que hacerlo solamente vía online

Aunque la época de la pandemia y la globalización hace que, muchas veces, solo contemos con los chats y los emails para comunicarnos. Hablar en persona permite aprovechar más el lenguaje no verbal.

Si bien es cierto que los nativos digitales no parecen tener problemas con una comunicación exclusivamente online, hay que pensar en las personas mayores pertenecientes al equipo de trabajo que no están 100% adaptadas a la vida online (aunque aparentemente manejen las herramientas, emocionalmente se conectan más con una comunicación presencial). Por lo cual, deben hacerse esfuerzos para no dejar la comunicación presencial a un lado.

Tener un respaldo escrito de los acuerdos alcanzados en las conversaciones

Al participar en una reunión online o presencial, es posible que cada uno de los interlocutores se vaya con una idea distinta de lo conversado. Por ende, es conveniente finalizar cada encuentro enlistando los puntos tocados y los acuerdos alcanzados para poder darles continuidad a lo largo del tiempo (y cubrirse las espaldas ante posibles futuros malos entendidos). Enviar dicha lista a todos los involucrados en la conversación.

Participar en terapias y talleres de comunicación grupales con todo el equipo de trabajo

Los líderes en una organización (incluyendo aquellos que solo tienen departamentos pequeños a su cargo) deberían considerar participar en sesiones de  entrenamiento en la comunicación. Algunos de los puntos tratados anteriormente podrían pareces obvios pero, tal vez no sean tan evidentes para algunos de tus empleados.

Mejorar tus propias habilidades para comunicarte es siempre una idea excelente, aunque es posible llegar a un punto en el que —por muy bueno que seas expresándote— no seas capaz de compensar las debilidades comunicacionales de tu interlocutor. Si ese es el caso, considéralo una señal de que ha llegado la hora de programar terapias y talleres de comunicación grupales.

En conclusión

La comunicación efectiva puede ser difícil de alcanzar, y siempre hay algo que aprender. Aunque la comunicación sea solo una de las múltiples claves para alcanzar el éxito, se trata de una clave crucial.

Implementar estos consejos para mejorar la comunicación en tu ambiente de trabajo te hará destacar entre tus compañeros. Además, reducirás los niveles de estrés y aumentarás la productividad tuya y la de tus pares.

comunicación efectiva en el ámbito laboral

En casi todos los negocios, si les preguntas a los empleados qué origina más problemas e inconvenientes, la comunicación estaría muy cerca del primer puesto en la lista de quejas. Pero, ¿a qué nos referimos al decir que los negocios necesitan una mejor comunicación?

A veces, los empleados se quejan de una comunicación deficiente con sus superiores. Sin embargo, frecuentemente el problema real es la comunicación entre los empleados de algunos o, incluso, de todos los departamentos. Ciertas organizaciones podrían tener una comunicación inefectiva integrada en su cultura y procesos.

Todos hemos experimentado la frustración de lidiar con alguien cuya comunicación es imprecisa, confusa o hasta hostil. Cuando dicha persona es un compañero de trabajo, puede representar una verdadera fuga de energía, productividad y ánimo.

Por supuesto, no debemos olvidar que la comunicación es una calle de ambos sentidos y nosotros no estamos siempre conscientes de nuestras propias fortalezas y debilidades en esta área. No importa cuán experimentado te consideres en la comunicación, siempre hay aspectos que mejorar.

¿Cómo mejorar la comunicación en el trabajo?

Puede que estés consciente de que tus habilidades comunicativas necesitan mejorarse. O, tal vez, estás seguro de que tus habilidades para comunicarte están bien pero te encuentras batallando para trabajar eficientemente con alguien más debido al estilo de comunicación de esa persona. En ambos casos, los consejos dados a continuación te ayudarán a mejorar tu comunicación en el ámbito laboral. Usa estos tips para apuntalar tus propias debilidades o, incluso, ayudar a superar las debilidades de alguien más.

  1. Escuchar activamente
  2. Entender diferentes estilos de comunicación
  3. Agendar reuniones semanales del equipo de trabajo
  4. Tener un lenguaje corporal adecuado
  5. Conocer los intereses de tu audiencia
  6. Reconocer y elogiar el trabajo bien hecho
  7. Aprender a dar críticas constructivas correctamente
  8. Entender el papel que juega cada persona en el proyecto
  9. Agendar reuniones 1:1
  10. Conocer a los demás a nivel personal
  11. Aprender a hablar apropiadamente delante de un público
  12. Comunicarse cara a cara más que hacerlo solamente vía online
  13. Tener un respaldo escrito de los acuerdos alcanzados en las conversaciones
  14. Participar en terapias y talleres de comunicación grupales con todo el equipo de trabajo

Hemos ampliado cada uno de los consejos enlistados previamente en la segunda parte de este artículo. ¡Clic aquí para leerla!

trabajo en equipo profesionales aquí

A menos que vivas en una isla desierta, todas, absolutamente todas las personas del mundo entero dependen de alguien más. Si bien es cierto que actualmente está de moda el ser «independientes y autosuficientes», la verdad es que nadie puede ser independiente al 100%.

Vivimos y nos desenvolvemos en una sociedad. Mal que bien, nos beneficiamos continuamente de ella. Por ejemplo, tú vas a comprar verduras al supermercado ¿cierto?; si quisieras ser totalmente autónomo entonces deberías cultivar tu propio alimento porque resulta que los víveres del abasto han sido cultivados y traídos hacia ti por alguien más.

Aprender a trabajar en equipo es fundamental para alcanzar el éxito; independientemente de que tu meta sea ser dueño de tu propio negocio o alcanzar altos cargos en una compañía ya constituida, tú te verás envuelto en situaciones donde tendrás que trabajar y cooperar con otras personas. Ahora bien, ¿qué es el trabajo en equipo?

Definición de Trabajo en Equipo

Según Katzenbach (2000) y Smith (2000): El trabajo en equipo se define como un «número de personas con habilidades complementarias que están comprometidas con un propósito, un conjunto de metas de desempeño y un enfoque común, por los cuales se hacen mutuamente responsables».

Habilidades complementarias

Aunque nadie es indispensable, todos somos únicos; cada individuo tiene algo para aportar a la sociedad que más nadie sino él puede hacer. Entender esto nos hace conscientes de que nuestra labor particular dentro del equipo es vital; además, nos hace más humildes al reconocer que los otros miembros cumplen roles fundamentales más allá de los defectos en los cuales nos fijemos.

Comprometidos con un propósito, un conjunto de metas de desempeño y un enfoque común

Aquí hallamos el  factor cohesivo, el por qué se ha congregado el grupo. La clave está en recordarlo continuamente y no verlo como una obligación sino como una vocación. En pocas palabras, darle amor a esa meta compartida que beneficiará al conjunto por encima de cualquier interés egoísta individual.

Mutuamente responsables

Esta es una de las partes más difíciles. Una de las causas más comunes por las cuales un equipo de trabajo fracasa. Por ejemplo, imaginemos un grupo en el que cada miembro tenga sus funciones claramente delimitadas. Si por alguna razón, alguno de los integrantes falla en la ejecución de sus tareas, entonces podrían darse dos escenarios posibles:

Primer supuesto: los demás miembros del equipo lo acusarían y culparían por obstaculizar el logro de los objetivos.

Segundo supuesto: los demás miembros del equipo lo apoyarían, aunque ello implique un sobreesfuerzo al verse involucrados en actividades que están más allá de sus funciones previamente delimitadas. Todo ello con el propósito de evitar comprometer el logro de los objetivos. Luego, cuando la crisis haya pasado, propondrían soluciones para ayudar al integrante que falló a aprender de sus errores y corregirlos. Todo lo anterior sucedería en un clima comprensivo y fraterno donde nadie se sentiría juzgado sino más bien impulsado a desarrollarse y crecer.

Conclusión

La confrontación y las discusiones iracundas deben ser evitadas a toda costa y la expulsión de un miembro del equipo debe ser la última y más extrema de las opciones. Claro está que hay que realizar una selección minuciosa de los miembros previamente y, si bien muchas veces no está en nuestras manos elegir con quienes trabajar; lo que sí está en nuestras manos es sostener la mejor actitud posible en todo momento.

Para trabajar en equipo de forma correcta, todo puede resumirse en dos palabras: servicio y amor. Que la labor llevada a cabo sea vista como un servicio desinteresado (más allá de la remuneración o beneficios que se esperan recibir, el mejor trabajo es el que se realiza con vocación) y el amor al tratar con los otros miembros del equipo para que los lazos no sean meramente políticos y diplomáticos sino más apropiadamente con una complicidad sana y fraternal.

administración del tiempo profesionales aquí

El día solo tiene 24 horas y, para muchos de nosotros, parece que tuviera menos. En un abrir y cerrar de ojos el sol se oculta en el horizonte y la lista de pendientes crece y crece. Nos sentimos abarrotados con los asuntos urgentes que surgen continuamente y seguimos postergando el progreso de nuestros sueños por esperar «el momento propicio».

Lo cierto es que, de permanecer así, la vida pasará ante nuestros ojos y esas cosas que soñamos lograr serán solo eso, sueños… pero no tiene por qué ser así. Grandes pensadores a lo largo de todas las épocas se han enfrentado a los mismos desafíos; no obstante, ellos lograron superarlos y hacer realidad sus proyectos soñados. Además, ¡han compartido con nosotros sus conocimientos!

Las personas más exitosas siguen un patrón en cuanto a la gestión del tiempo y hoy te traemos esa información para que tú también empieces a formar parte del prestigioso club de aquellos que sí alcanzan sus metas.

Lo primero es establecer los proyectos y actividades que deseas realizar, anótalas en un papel. No te limites, escribe sin cohibirte todo lo que tu corazón desea realizar.

Luego llega el momento de establecer actividades concretas que te ayudarán a avanzar hacia la ejecución de tales proyectos. Escribe en el papel esas tareas específicas que podrás llevar a cabo con los recursos que actualmente tienes.

A continuación, selecciona una parte de esas tareas. Se modesto al comenzar, no pretendas abarrotarte. Comprométete a realizar solo aquellas que sean más esenciales. Es mejor paso que dure a trote que canse según el refrán popular. Ya más adelante podrás incorporar las demás si es necesario.

Después jerarquiza tus actividades diarias. Establece esos deberes que siempre hay que hacer como los asuntos laborales, mantenimiento del hogar, compromisos familiares, etc. Incorpora en esta misma categoría las tareas esenciales obtenidas del punto anterior y ordénalas según su prioridad.

Calcula el tiempo que dedicarás a la realización de cada una de estas actividades según su importancia y puesto en la jerarquía y, muy importante, piensa cuáles de tales actividades son delegables en otras personas. Aprendiendo a delegar podrás abrir espacio en tu agenda para distribuirlo en tareas que solo tú debas hacer.

Seguidamente has un autoexamen y detecta qué hábitos o actividades improductivas te hacen perder el tiempo. Piénsalo, ¿sabes cuantas horas al día pasas viendo series, películas, chateando o navegando en las redes sociales?, ¿hay otras actividades que consumen tu tiempo sin que te des cuenta? Trabajar en este aspecto es fundamental.

Finalmente, ha llegado el momento de planificar. Agenda las tareas que te propones realizar hoy, este semana ¡e incluso este mes! No tengas miedo de planificar a corto, mediano y largo plazo.

Si deseas saber más sobre este tema, te ofrecemos el curso de Administración del Tiempo alojado en el Aula Virtual de Profesionales AQUÍ donde encontrarás herramientas y métodos para hacer más eficiente la gestión de tus actividades diarias. Además, podrás contar con asesoría personalizada de acuerdo a tu caso.

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Recursos no renovables para los emprendedores

Cuando decidimos emprender un negocio o iniciar el camino para alcanzar alguna meta en particular, solemos pensar en los recursos que necesitaremos. Nos enfocamos en aquello que, de momento, nos hace falta. Por ejemplo, calculamos la cantidad de dinero requerida o pensamos en los títulos y formaciones académicas que deberemos completar. Sin embargo, tanto o más importante que pensar en aquello que no poseemos es poner el foco en aquello que sí tenemos ya que ello constituye el verdadero punto de partida.

Uno de los recursos más esenciales para cumplir cualquier objetivo es el tiempo. La verdad es que muchas veces pasa desapercibida la importancia de considerar al tiempo como un recurso. Son muy pocas las personas que ponen al tiempo en la balanza para darle el peso justo entre las prioridades. Detenerse a pensar acerca de cómo emplear más eficientemente las horas del día es, sin lugar a dudas, un punto que marca la diferencia entre el éxito y el fracaso.

¿Por qué pensar en Administrar el Tiempo?

El tiempo, empleado correctamente, es lo que te permitirá avanzar en aquellas actividades que te acercarán a tus metas. Es decir, con una gestión correcta del tiempo podrás reunir el dinero requerido para invertir en el negocio de tus sueños o completar finalmente esa carrera universitaria. Aplica para toda clase de metas: desde aprender un nuevo idioma hasta perder peso.

Administrando correctamente el tiempo podrás sortear toda clase de obstáculos que inevitablemente surgen en el camino de hacer realidad los sueños. Además, te permitirá trabajar en tus deseos sin descuidar otras áreas trascendentales de tu vida como la familia, la salud o los amigos.

¿Cuántos hay que han alcanzado grandes cosas en la vida a costa de sacrificar sus relaciones familiares o, incluso, su salud? No tendría mucho sentido amasar una gran fortuna si al final del camino nos hallamos enfermos ¿cierto? No obstante, son muchos los casos de personas que, por ejemplo, pasan todo un día sin comer o no duermen como deberían para cumplir sus metas.

¿Ese es tu caso? La buena noticia es que hay una solución para ello. Aprender a administrar el tiempo es algo que solo requiere disciplina, auto observación continua y la aplicación de estrategias y métodos con el objeto de identificar malos hábitos en la gestión del tiempo para reemplazarlos por hábitos correctos que te harán ser más eficiente y productivo.

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La Importancia de un Potente Plan de Negocios

Una de las preguntas más comunes a la hora de emprender es, ¿por dónde comienzo? y ¿qué es lo primero que tengo que hacer para empezar mi propio negocio?, lo primero que tienes que hacer es buscar la manera de armar tu propio plan de negocios; uno que sea rentable y productivo para el equipo que formará parte de tu emprendimiento. En realidad, el plan de negocio es la carta de presentación a todo aquello que planeas hacer, pues deberás plasmar en él, la misión, la visión, objetivos, estrategias de marketing, publicidad, metas financieras y todo aquello que el empresario considere pertinente, a la hora de organizar una estructura empresarial consolidada.

Lo importante es proyectar algo sencillo y relevante. Robert Kiyosaki en su libro: Padre Rico y Padre Pobre, sostiene lo siguiente: uno cree tener claro el negocio hasta que se pone a desarrollar el plan y comienza a darse cuenta de la cantidad de puntos que no se habían tenido en cuenta, muchos de estos son aspectos importantes que a veces se pasan por alto, por lo que es recomendable diseñar el plan con el fin en mente, teniendo claro los objetivos y especificar las razones por la cuales se diseña el plan. 

A continuación, se presentan algunas razones por las que se debe diseñar un plan empresarial:

  1. Conocer a profundidad el proyecto.
  2. Evaluar la factibilidad.
  3. Contar con una guía bien descrita.
  4. Exponer el proyecto lo ante posible a inversionistas para expandir el emprendimiento.

Una vez que se tengan visibles estos pasos, lo ideal es empezar a construir tu negocio de forma sencilla y profesional.  Kiyosaki te presenta un modelo básico en su libro Padre Rico, Padre Pobre, texto pionero en el desarrollo de habilidades y destrezas para los pequeños y grandes empresarios, siendo este uno de los Best Sellers más cotizados en el mundo financiero. Dicho libro te servirá de guía, sin embargo, es necesario resaltar que el plan varía según el fin que tu persigas como empresario.

  1. TENER UNA PRESENTACIÓN LLAMATIVA:

Excelente modelo estético: Mas allá de presentarlo o no a terceros, lo estético te ayudará a hacerle un seguimiento a tu negocio con

ánimo, e incluso te ayudará despertar el interés a futuros inversionistas.

  1. RESUMEN SUSTANCIAL:

    Esta sección corresponde al complejo descriptivo de toda la organización. Puntualizando lo siguiente:

  • Presentar el resumen de la empresa.
  • Establecer el diagrama de toda la organización y describir las funciones del personal, actividades a realizar, entre otros aspectos          que  el emprendedor considere importante.
  • Plasmar los objetivos, la misión y la visión.
  • Describir la función de los emprendedores.
  • Describir lo que se necesita dentro de la empresa.

Es necesario resaltar que, aunque el resumen vaya al inicio del plan, es recomendable redactarlo, cuando se haya finalizado toda la              estructura empresarial.

  1. DESCRIPCIÓN DEL NEGOCIO

Este apartado corresponde al complejo descriptivo del negocio en su totalidad.

  • Descripción general, ya sea del producto o de los servicios que ofrece la empresa.
  • La estructura legal de la empresa, construcción de todos los circuitos y procesos legales del negocio.

    4. EL MERCADO, EL MARKETING Y LAS VENTAS.

Esta sección está dedicada al corazón de la empresa. Es importante reconocer lo estricto y cuidadoso que debe ser esta estructura                 empresarial relacionada con el mundo de las ventas y el mercadeo, por lo que se recomienda tener en cuenta lo siguiente:

  • Planificar estrategias y análisis del mercado.
  • Planificar estrategias para realizar análisis del producto: lugar, fecha, precio y promoción.
  • Planificar estrategias para el desarrollo del Marketing Digital.
  • Planificar estrategias de distribución de mercancía.
  • Analizar las condiciones del mercado para proyectar la marca.
  • Diseño de la marca.

El tema de las ventas es un tema que genera miedo y rechazo, pero es uno de los aspectos mas relevantes en el momento de                            desarrollar un proyecto y esto es un tema que los emprendedores no deben pasar por alto. Sin ventas no hay empresa. Stan Rapp                  decía: Trate de que la experiencia de la marca supere la percepción que se tiene de ella.

  1. LOS NÚMEROS

Quien tiene empresa debe estar atento al movimiento de los números. Por lo que se hace necesario atender a las siguientes                              preguntas:

  • ¿Para que se busca el dinero?
  • ¿Para qué se necesita un préstamo?
  • ¿Como hay que distribuir el dinero del negocio?

Si el negocio tiene tiempo marchando, se debe tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Análisis del sistema financiero.
  • Declaraciones de ganancias.
  • Todo ello con la finalidad de tener noción general de los egresos y los ingresos, perdidas y ganancia.
  • Si el negocio no está en marcha. Se debe tener en cuenta lo siguiente:
  • La proyección que tiene el empresario en relación a las ganancias.
  • Estimación de lo que entrará en efectivo, como va a entrar y a donde irá.
  • Proyección del equilibrio, ¿cuándo llegará el momento en el que el negocio se mantendrá por sus propios medios?
  1. AJUSTE EMPRESARIAL:

Todo proyecto debe tener un seguimiento. Si no hay seguimiento, la empresa se vuelve un caos, un desastre y el norte se pierde, por ello es necesario tener en cuenta lo siguiente:

  • Todo plan diseñado, debe revisarse siempre e irse actualizando.
  • Tener en cuenta que las revisiones presupuestarias deben hacerse trimestral, sin dejar que eso se escape de las manos. Todo esto con la finalidad de mejorar las dinámicas de trabajo que no favorecen el rumbo de la empresa y así lograr ajustar los detalles que se estén ignorando.
  1. ANEXOS IMPORTANTES DEL PLAN DE ACCIÓN:

En esta parte se deben tener papeles y documentos claves que no se pudieron presentar como temas principales, pero no deben obviarse. Por ejemplo: cargos financieros, cartas de recomendación, informes de créditos, número de cuenta. Entre otros documentos que el empresario considere relevante.

Estos pasos te ayudarán a tener un enfoque sencillo y dinámico dentro de tu organización, por ello se recomienda apoyarse de mentores empresariales y leer libros referentes al ramo del emprendimiento, por otra parte, existen otras sugerencias dirigidas específicamente al mundo de la tecnología que por razones de innovación no podemos obviar a la hora de construir un plan de negocios. El uso de algunos APP podría servirte de ayuda para dar los primeros pasos como emprendedor. Son muchos, pero los mas recomendados son:

  • CREATUEMPRESA3: este APP te generará aspectos necesarios de lo que debes saber para redactar tu propio plan, creación y gestión de empresas y empleos y tendrás oportunidad de recibir los artículos que el administrador publica en un blog.
  • BUSINESS PLAN: es un buen APP para escribir y organizar tu plan de negocios e incluso te ayuda mostrar tu propueta en una red de 3000 inversionistas.
  • CENTRO BUSINESS PLANNING TOOL: esta APP te ayuda a organizar la visión, misión, las finanzas, análisis de marketing, operaciones y funciones del personal empresarial.

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Qué la crítica NO te dañe. Úsala a tu favor!

Qué la crítica NO te dañe. Úsala a tu favor!. Las críticas son inevitables. Pero depende 100% de nosotros el uso y aprovechamiento que hagamos de ellas para mejorar.

 

 

¿Qué haces cuando te critica la gente?

  • ¿Te enojas?
  • ¿Los criticas o atacas?
  • ¿Los ignoras?
  • ¿Aceptas la crítica?

La respuesta inicial ante la crítica, casi siempre es negativa. No nos gusta sentirnos criticados. Sin embargo, la crítica es parte de nuestra vida diaria, principalmente por dos motivos:

    1. Todos los días nos enfrentamos a diferentes actividades, opciones, decisiones que tenemos que tomar, etc., entre las que tenemos que elegir. Para hacerlo, tenemos que calificar dichas opciones en algún punto entre dos opuestos: bueno-malo, adecuado-inadecuado, útil-inútil, etc. La evaluación es parte del pensamiento de todo ser humano.
    2. En nuestra cultura estamos acostumbrados a prestarle más atención a lo negativo que a lo positivo. Vemos más fácilmente los defectos y los problemas, que las cualidades y las oportunidades.

Las diferentes reacciones ante la crítica.

¿Te has dado cuenta de que cada persona responde de distinta manera ante la crítica? Pensamos que esto depende de si la crítica es constructiva o destructiva. Pero no es así. Incluso la misma crítica hecha por dos personas diferentes (un amigo y nuestra pareja o jefe), pueden provocarnos respuestas y emociones totalmente opuestas. ¿Por qué? Porque no depende de lo que nos dicen, sino de lo que pensamos al respecto.

Existen tres elementos básicos que pueden hacer la diferencia entre una crítica constructiva y una destructiva:

  1. La intensión con que se dice.
  2. Las palabras que se dicen.
  3. La manera de decirlas.

Sin embargo, aun la crítica más destructiva puede tener un efecto mínimo en una persona y una crítica constructiva, dicha en el lugar y momento adecuado, con la mejor intención y con las palabras elegidas cuidadosamente, pueden lastimar profundamente a una persona. Porque independientemente de la crítica y de quien la hace, la diferencia está en quien la recibe.

La Interpretación

En la importancia e interpretación que le damos, tanto a las palabras y gestos que recibimos, como a la persona que la hace.

Cada persona responde de manera diferente, de acuerdo a los siguientes elementos:

  • Las experiencias vividas a lo largo del tiempo.
  • nuestro nivel de autoestima,
  • el tipo de relación con la persona que nos critica,
  • nuestros sentimientos en esos momentos,
  • la intensión que le damos a la persona que nos está criticando
  • nuestro estilo de pensamiento y
  • la manera en que interpretamos lo que nos está diciendo.

Todo lo anterior hace que nuestra respuesta sea subjetiva (basada en los sentimientos y no en la lógica) y puede, incluso, no tener nada que ver con lo que estamos escuchando.


¿Qué puedes hacer?

Cuando te sientas criticado analiza tus sentimientos con respecto a la crítica. Si lo que percibbes como una crtica (porque NO siempre lo es) te molestó, escribe en un papel «estoy enojado porque…» y completa dicha frase 4, 5 o más veces, con lo primero que te viene a la cabeza.

Ahora analiza lo que escribiste y responde a las siguientes preguntas:

  1. ¿Me enojé porque fue ______ (nombre de la persona) quién me lo dijo?
  2. ¿Por la manera en que lo hizo?
  3. ¿Por el momento que eligió?
  4. ¿Porque creo que es injusto?
  5. ¿Creo que lo hizo por molestarme o hacerme sentir mal?
  6. ¿Porque puede tener algo de razón?

Revisa nuevamente tus respuestas y saca tus conclusiones. Piensa, qué parte de la crítica puede ser verdad o cuál puedes utilizar para mejorar.

Si la crítica no es constructiva y no está basada en hechos reales, lo mejor es no hacer caso a ésta y seguir adelante con tu vida.

Psic. Silvia Russek.
Lic. en Psicología Clinica.
Especialidad en Terapia de Pareja.
Especialidad en Terapia Cognitiva

Fuente: http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com