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administración del tiempo: beneficios de su aplicación para la vida personal y laboral

Una breve guía para la gestión del tiempo

La gestión o administración del tiempo es el proceso de planificar y controlar cuánto tiempo dedicar a actividades específicas. Una buena gestión del tiempo le permite a una persona completar más en un período de tiempo más corto, reducir el estrés y conducirse al éxito profesional.

Beneficios de la gestión del tiempo

La capacidad de gestionar su tiempo de forma eficaz es importante. Una buena gestión del tiempo conduce a una mayor eficiencia y productividad, menos estrés y más éxito en la vida. Estos son algunos de los beneficios de gestionar el tiempo de forma eficaz:

1. Alivio del estrés

Elaborar y seguir un cronograma de tareas reduce la ansiedad. A medida que marca elementos en su lista de «tareas pendientes», podrá ver que está logrando un progreso tangible. Esto le ayuda a evitar sentirse estresado y preocupado por si está haciendo las cosas.

Un cronograma de tareas te ayudará a organizar tus pensamientos

2. Más tiempo

Una buena gestión del tiempo le brinda tiempo extra para dedicarlo a su vida diaria. Las personas que pueden administrar el tiempo de manera efectiva disfrutan de tener más tiempo para dedicarlo a pasatiempos u otras actividades personales.

3. Más oportunidades

Gestionar bien el tiempo genera más oportunidades y menos pérdida de tiempo en actividades triviales. Las buenas habilidades de gestión del tiempo son cualidades clave que buscan los empleadores. La capacidad de priorizar y programar el trabajo es extremadamente deseable para cualquier organización.

4. Capacidad para alcanzar objetivos.

Las personas que practican una buena gestión del tiempo pueden alcanzar mejor sus metas y objetivos, y lo hacen en menos tiempo.

Implicaciones de una mala gestión del tiempo

Consideremos también las consecuencias de una mala gestión del tiempo.

Administrar bien tu tiempo reducirá de forma significativa el estrés en tu vida personal y laboral

1. Flujo de trabajo deficiente

La incapacidad de planificar con anticipación y cumplir los objetivos significa poca eficiencia. Por ejemplo, si hay varias tareas importantes que completar, un plan eficaz sería completar las tareas relacionadas de forma conjunta o secuencial. Sin embargo, si no planifica con anticipación, podría terminar teniendo que ir y venir, o retroceder, al hacer su trabajo. Eso se traduce en una menor eficiencia y una menor productividad.

2. Tiempo perdido

Una mala gestión del tiempo provoca una pérdida de tiempo. Por ejemplo, al hablar con amigos en las redes sociales mientras haces una tarea, te distraes y pierdes el tiempo.

3. Pérdida de control

Al no saber cuál es la siguiente tarea, sufres la pérdida de control de tu vida. Eso puede contribuir a mayores niveles de estrés y ansiedad.

4. Mala calidad del trabajo

La mala gestión del tiempo suele hacer que la calidad de su trabajo se vea afectada. Por ejemplo, tener que apresurarse para completar tareas en el último minuto suele comprometer la calidad.

5. Mala reputación

Si los clientes o su empleador no pueden confiar en usted para completar las tareas de manera oportuna, sus expectativas y percepciones sobre usted se verán afectadas negativamente. Si un cliente no puede confiar en usted para hacer algo a tiempo, probablemente llevará su negocio a otra parte.

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CURSO ON-LINE: Administración del tiempo

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freelancer no te quedes sin dinero siguiendo estos consejos Profesionales Aquí

Trabajas todos los días; entonces… ¿por qué sientes que el dinero no te alcanza? Para una gran cantidad de autoempleados/freelancers o dueños de negocios pequeños, la respuesta a esta pregunta es “el dinero no alcanza porque no llega a mí con suficiente rapidez”.

Incluso si las ganancias anuales de tu negocio arrojan números positivos, es posible que atravieses periodos de tiempo en los que los ingresos se reducen a un nivel mínimo. Afortunadamente, existen varias estrategias que puedes poner en práctica para no quedarte nunca sin efectivo y aquí te las compartimos:

Filtra cuidadosamente a tu cartera de clientes

A todos nos encanta vender; no obstante, cerrar un trato es útil únicamente si tú —como freelancer o dueño de un emprendimiento— eres capaz de recoger el dinero en un periodo de tiempo razonable. Si alguien desea contratar tus servicios para un proyecto grande, sugiere comenzar trabajando primero en un proyecto más pequeño para, luego, avanzar a partir de allí.

Usa el proyecto pequeño para comprobar que tan rápidamente el cliente te paga por tus honorarios. Si alguien tarda de 90 a 120 días en pagarte una factura menor a $500, ¡imagina cuanto tiempo te tomaría cobrarle por un gran proyecto de cuatro cifras altas o más! En tal caso, más te valdría dedicar tu tiempo a otro cliente. Generalmente, las deudas y facturas que tu emprendimiento debe pagar llegan cada mes y esos plazos no se pueden discutir.

Diversifica a tu cartera de clientes

Si eres un contratista que depende de un único cliente, eres vulnerable a quedarte corto de efectivo si algo sale mal durante el proceso de pago. Si ese único cliente sufre una crisis y pospone tus pagos, tus finanzas estarán en aprietos. Por lo tanto, si deseas que te paguen a tiempo, “estarás sujeto a la misericordia de tus clientes”.

Dado que no quieres arriesgarte a estar en una situación tan comprometedora, añadir unos cuantos clientes adicionales te otorgará mayor seguridad financiera que la que tendrías contando con solo uno o dos clientes.

Finaliza tus proyectos a tiempo

Encontrarse en una situación en la que tienes un montón de proyectos a medio camino mientras que son muy pocos los que están completados puede conducirte a un periodo largo en el cual no podrás enviar ninguna factura de cobro (quedándote, por consiguiente, sin efectivo en el futuro).

Cuando te encuentres planificando tu semana de trabajo, procura encontrar formas de finalizar tantos proyectos como sea posible mientras aún trabajas en los proyectos más largos o complejos. Incluso, completar esos proyectos pequeños puede darte una bocanada de aire fresco. Mientras más rápido termines tu trabajo, más pronto podrás cobrar por ello.

¿Te interesan estos consejos? Entonces mantente atento a nuestro blog y redes sociales ya que pronto publicaremos una segunda parte para otorgar a los freelancers y dueños de pequeños negocios estrategias para no quedarse nunca sin efectivo.

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no seas un jefe, sé un líder Profesionales Aquí

A pesar de la amplia literatura que existe en torno al tema del liderazgo, aún se sigue viendo como algo abstracto o nebuloso para muchas personas. La verdad, para lograr entender plenamente qué es un líder, lo ideal sería conocer a un líder en persona; tener la oportunidad de ser guiado por alguien que no ejerza poder o autoridad a la fuerza sino que —realmente— despierte algún tipo de admiración en ti que te inspire a querer seguir sus pasos o —al menos— que te haga confiar plenamente en sus decisiones.

Desde el punto de vista empresarial, el liderazgo es ese “no sé qué” que hace que no te sientas como un empleado más, como alguien a quien meramente le pagan por realizar una tarea. El líder hace que te sientas como una persona que tiene algo que aportar, algo que más nadie sino solo tú puedes aportar para el crecimiento de la organización. Te hace sentir importante.

De manera que, si tú no quieres ser un simple jefe, debes dejar de ver al personal a través del currículum, a través de sus títulos, estudios y experiencia laboral. Deber dar un paso más y conocerlos a profundidad; es decir, debes conocer las fortalezas y debilidades a nivel individual y a nivel de equipo de trabajo. Solo por medio de esta visión holística serás capaz de inventariar correctamente el capital humano.

El líder también es cercano. El trato humanitario del líder hacia su equipo de trabajo no debe confundirse con convertirse en el mejor amigo de los empleados ni con ir de fiesta con ellos los fines de semana. Un líder no debe admitir adulaciones ni tampoco pretender agradar o caerle bien a sus colaboradores, ¡ojo con esto!

La relación humanitaria entre el líder y sus seguidores se da desde el respeto. Como figura de autoridad, trata con sumo respeto a sus subalternos y exige —de forma implícita, sin amenazas, regaños ni insultos— el mismo respeto de vuelta. Para ser respetados, es menester la transparencia. Nada de mentiras, hipocresías, traiciones ni juegos en segundo plano. Si es necesario tomar decisiones que resulten incómodas para algunos colaboradores, hay que hacerlo de frente, explicando correctamente las razones y apelando al juicio común.

Por otro lado, un líder comprende que su rol es ese… liderar. Un líder no requiere ser la persona más inteligente, experimentada o talentosa del equipo de trabajo. Un líder controla su propio ego y se regocija ante la evolución de sus subalternos, ve con buenos ojos todos los aportes que pueden hacer a la organización los miembros más brillantes de su equipo de trabajo. Todo lo opuesto a los jefes tóxicos que solo desarrollan envidia y sienten temor de perder sus puestos de trabajo cuando llega alguien a aportar soluciones que antes habían pasado desapercibidas.

El líder ama pensar en el futuro, tiene un espacio dedicado a proyectos a largo plazo para la evolución de la organización. Un jefe que carezca del don del liderazgo solo se ocupa de las tareas urgentes del día a día. Cuando mucho, llega a enfocarse en un par de proyectos a mediano plazo. Realmente, el futuro lejano de la organización no es una prioridad para jefes ordinarios.

Así mismo, el líder no se victimiza culpando de los fracasos a algunos miembros de su equipo de trabajo. Probablemente existan subalternos culpables, pero un buen líder conoce las fortalezas y debilidades de sus colaboradores; por consiguiente, entiende que él debe anticiparse a los posibles errores de su equipo haciendo las correcciones necesarias. Una vez más, el líder tiene dominio sobre su ego: asume como suyos los fracasos del equipo y atribuye los éxitos a sus colaboradores (mientras que un jefe tóxico culpa a los otros cuando algo sale mal y, cuando todo funciona, se vanagloria a sí mismo)

Como dijimos al principio, la única forma de apreciar la belleza del liderazgo es conocer a un líder en persona, ver cómo el líder trabaja con y por amor hacia la organización, a los proyectos y al equipo de trabajo. Lamentablemente no es posible encontrar un líder a la vuelta de la esquina. Sin embargo, siguiendo lo descrito en este artículo, seguramente tú lograrás ser ese líder que inspire a otros a dar lo mejor de sí mismos y, cuando menos lo esperes, serás tú el modelo a seguir para el surgimiento de una nueva generación de líderes

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modelo adkar para la gestión de cambios profesionales aquí

Imagina que, en tu negocio, deseas introducir un nuevo sistema de flujo de trabajo que obligaría a las personas a trabajar de forma distinta a lo acostumbrado. ¿Cómo implementarías este cambio correctamente?

                Lo usual es convencerlos de cambiar su forma de hacer las cosas explicándoles la necesidad del cambio, haciéndoles participar en el proceso de cambio, adiestrándoles y brindándoles apoyo.

                Pero… ¿cómo puedes saber si les has comunicado tus ideas de forma correcta?, ¿si les has capacitado lo suficiente?, ¿qué resultados deberías concentrarte en obtener durante cada etapa del proceso para estar seguro de haber implementado el cambio efectivamente?

                El Modelo De Gestión De Cambios ADKAR te ayuda a responder todas estas interrogantes proveyéndote una meta clara de comunicación en cada etapa de tu proyecto de cambio. Concentrándote en aquello que debes realizar para alcanzar estas metas, podrás involucrar a todo el equipo de trabajo en tu proyecto e implementar el cambio exitosamente.

Si no sabes qué es una Gestión de Cambios, te invitamos a leer el siguiente artículo: «Gestión del Cambio«. Para verlo, haz clic aquí

Modelo ADKAR para la Gestión del Cambio

El modelo ADKAR fue creado por la organización Prosci a finales de los 90 cuando llevaban a cabo una investigación que involucraba a más de 300 compañías inmersas en proyectos de cambio de gran envergadura. Fue entonces publicado en el 2006 en el libro de Jeff Hiatt «ADKAR: A Model for Change in Business, Government and Our Community«

Este modelo se enfoca en el modo en el que tú compartes información con las personas involucradas en el proyecto; es decir, las personas que se verán afectadas por el cambio. Acorde a lo planteado en el Modelo ADKAR para la Gestión del Cambio, para alcanzar el éxito, tú necesitas lograr cinco metas u objetivos claros de comunicación —transmisión del conocimiento— a lo largo del proyecto. Estas metas son:

  1. Awareness (toma de consciencia de la necesidad de cambiar)
  2. Desire (deseo de participar y apoyar el cambio)
  3. Knowledge (conocimiento de cómo ejecutar el cambio)
  4. Ability (desarrollo de habilidades requeridas para el cambio)
  5. Reinforcement (reforzar o reafirmar para sostener el cambio)

Tú necesitas alcanzar cada meta antes de moverte a la siguiente. Primero, los involucrados deben tomar consciencia (aware) de la necesidad del cambio. Luego, necesitarás traducir esta toma de consciencia en un deseo (desire) de participar; de este modo, las personas pondrán de su parte un esfuerzo en crear un buen diseño para el proyecto de cambio.

Una vez que el diseño del proyecto de cambio haya sido aprobado, los involucrados tendrán que conocer (know)  lo que deben hacer para que el proyecto de cambio se ejecute. Después de que la implementación del proyecto haya sido completada y el proyecto se encuentre en plena ejecución, las personas necesitarán ser entrenadas para desarrollar la habilidad (able) de aplicar las nuevas destrezas y hábitos que harán del proyecto un éxito. Estos hábitos deberán ser reafirmados (reinforced) para asegurarnos de que el proyecto de cambio siga siendo un éxito a lo largo del tiempo.

Te invitamos a escuchar nuestro episodio del Podcast Tech and Business titulado “Metodología ADKAR para la Gestión del Cambio”. Escúchalo haciendo clic aquí.

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En la primera parte de este artículo, exploramos qué es la gestión de cambios y abordamos algunos aspectos clave como lo son su importancia dentro de la organización, cuáles son los diversos niveles en los que la gestión de cambios se puede aplicar y qué beneficios nos otorga basarnos en una gestión de cambios al momento de proponernos realizar modificaciones en nuestra empresa.

Lee la primera parte de este artículo haciendo clic aquí.

A continuación, continuaremos ahondando más en este tema que es prioridad para cualquier gerente, supervisor o dueño de negocio que desee robustecer, fortalecer los procesos y estructuras llevadas a cabo en la organización.

Tipos de gestión de cambios

                Puedes aplicar diferentes tipos de gestión de cambios, metodologías y teorías de acuerdo al cambio específico que estés abordando. Ahora, analicemos cada uno de estos tipos de cambios:

Cambios individuales

Tipos de cambios individuales – Profesionales Aquí
  1. Cambio excepcional: se entiende como un evento aislado en la vida de un individuo; puede que se trate de un cambio importante; sin embargo, no afecta en mayor medida otros aspectos de su vida por lo que dicho individuo continua ejerciendo sus labores dentro de la organización sin novedades trascendentales.
  2. Cambio gradual: los cambios graduales no requieren alteraciones bruscas del orden establecido. Antes bien, se dan en etapas pequeñas, casi imperceptibles lo cual ayuda a evitar que se produzca resistencia al cambio (las alarmas que se activan cuando se saca al individuo de su zona de confort permanecen apagadas)
  3. Cambios tipo péndulo: se trata de cambios radicales y repentinos que usualmente coloca a los individuos en una posición totalmente opuesta a la que estaban acostumbrados, lo cual los obliga a asumir decisiones extremas. Por ejemplo, pasar de un trabajo presencial establecido en la oficina a un trabajo 100% online de la noche a la mañana.
  4. Cambios de paradigma: muchos especialistas consideran a este tipo de cambios como el “cambio verdadero”. Se da cuando el abordaje de la información, los roles a cumplir y los patrones de comportamiento son “reasumidos” y conducidos hacia un renacer, un nuevo conjunto de creencias y sistema de valores. Se entiende como el “estándar de oro” de los cambios ya que, cuando se logra exitosamente, el individuo habrá internalizado todo el proceso por lo que su desempeño y actitudes futuras podrán ser estimadas con cierta precisión.

Cambios organizacionales

Tipos de cambios organizacionales – Profesionales Aquí
  1. Cambios evolutivos: es el tipo de cambio más común experimentado por las organizaciones. Se le llama cambio evolutivo porque se desglosa de la selección natural, se da cuando pequeñas variaciones en el desempeño, ajustes o cambios en la respuesta por parte de las personas y grupos se suscitan en un entorno cambiante. Algunos resultados de este tipo de cambios son frecuentemente insignificantes y espontáneos; otros resultados tienden a acumularse como una serie de continuos impactos mínimos que alteran lo que la gente hace y alteran la respuesta de las organizaciones de forma gradual. Al igual que la evolución biológica, estos cambios son demasiado pequeños para percibirse pero, con el tiempo, al mirar en retrospectiva, será notoria la distancia recorrida.
  2. Cambios revolucionarios: existen desde hace mucho tiempo. Las organizaciones experimentan este tipo de cambios cuando se ven forzadas por fuerzas internas o externas —a veces bienvenidas, aunque mayormente son fuerzas hostiles—. Este tipo de cambios viene acompañado por la rotación de los que ostentan puestos de poder y, en ocasiones, su impacto puede ser cataclísmico.
  3. Cambios dirigidos: este tipo de cambios fue poco común a inicios del siglo XX pero ha incrementado su popularidad durante los últimos 80 años. Se le llama cambio dirigido porque es diseñado para alcanzar un propósito específico. Realizar este tipo de cambios involucra mover la gestión, la fuerza laboral y la cultura de la organización hasta alinearlos con las estrategias, estructuras, procesos y sistemas que llevarán a alcanzar el estatus o visión que se desea.

Cambios dirigidos

Dentro de los cambios dirigidos, hay tres tipos diferentes de gestión de cambios. Es importante reconocerlos ya que cada uno requiere sus propias estrategias y planificaciones para generar compromiso, reducir resistencias y ganar fácil aceptación por parte de las personas que se verán afectadas.

  1. Cambios de desarrollo: en su manifestación más simple, un cambio dirigido puede tomar el rumbo del desarrollo. En estos casos, el negocio mejora lo que está haciendo. Mejora las habilidades existentes, los procesos, métodos, estándares de desempeño o condiciones de trabajo. Por ejemplo: buscar el incremento de las ventas, establecer entrenamientos de comunicación interpersonal o ejecutar sencillos procesos de mejorías del entorno laboral.
  2. Cambios transformacionales: uno de los tipos de cambios más desafiantes. Aquí, el resultado de los cambios es desconocido. Lo que se obtiene proviene del ensayo y error, nuevos límites e interacciones que antes no existían. Este tipo de cambios es la razón por la que se han desarrollado disciplinas de gestión de cambio más avanzadas. Gracias a las pocas probabilidades de que los cambios sigan una trayectoria en línea recta, se crean programas de gestión de cambios para lidiar con las ambigüedades. Todo ello ayuda a determinar líneas de tiempo que dependen menos de la planificación y más de la velocidad de aceptación que tengan los cambios a nivel de creencias y sistemas de valores. Como ejemplos podemos mencionar complejas migraciones y adquisiciones, el cambio de canales de negocios regulares hacia canales de negocio virtuales y cambios de marca radicales o «rebranding».
  3. Cambios transitivos: estos tipos de cambios son más tradicionales y engloban el reemplazo de algo “viejo” por algo “nuevo”. Ello implica que las personas se desprendan emocionalmente de las viejas maneras de trabajar y sean lideradas por la necesidad que tiene la organización de desmantelar lo anticuado, lo obsoleto para colocar lo nuevo y vigente en su lugar. El resultado final de estos cambios puede ser visualizado con lujo de detalles lo cual implica que este tipo de cambios es ideal para aplicar herramientas de gestión de cambio más básicas. Esto es posible gracias a que las personas serán mayoritariamente impactadas a nivel de habilidades y acciones a la vez que verán pocos o ningún cambio en el aspecto cultural y de sistema de valores. Como ejemplo podemos mencionar adquisiciones simples, creación de nuevos productos o servicios para reemplazar a los antiguos e implementaciones de nuevo software que no requieren cambios significativos en la cultura o comportamientos.

Conocer el tipo de cambios que se desea llevar a cabo facilita la elección de una metodología de gestión de cambios adecuada para alcanzar el éxito en una cruzada que no está exenta de grandes desafíos.

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La gestión de cambios es el proceso de dirigir modificaciones organizacionales de principio a fin. Incluye la planificación, implementación y solidificación de cambios dentro de la empresa. Es decir; estamos hablando del modo en el que las compañías manejan modificaciones tales como la implementación de nuevas tecnologías, ajustes a los procesos ya existentes y reordenamientos de la jerarquía organizacional. Este proceso no es igual en todos los casos ya que depende del tipo de cambios que se estén liderando.

¿Por qué es importante la gestión de cambios?

                Formular un plan de gestión de cambios ayuda a las organizaciones a realizar transiciones más armoniosas durante los tiempos de cambio. Usted podría ordenar algunos cambios en su negocio o compañía, pero si no cuenta con un plan para implementar, monitorear y obtener reportes del éxito de dichos cambios, entonces se habrá preparado para fracasar. Más allá del tipo de cambio que desees llevar a cabo, la gestión de cambios te otorga control sobre todo el proceso —proceso que, generalmente, conlleva un costoso plan de implementación e inversión.

Diferentes niveles de gestión de cambios

                La gestión de cambio puede ser aplicada en los siguientes niveles:

Cambios estructurales

                Los cambios estructurales se refieren a la gestión de cambios en proyectos grandes en términos de escalabilidad y alcance. Estos cambios son, con frecuencia, dramáticos tales como la alteración de la jerarquía organizacional, el lanzamiento de un nuevo producto o la migración hacia un mercado online.

Cambios graduales o adaptativos

                Estos cambios se dan en proyectos más pequeños afectando, en menor proporción, a productos, procesos, estrategias y flujos de trabajo. Como cambios adaptativos podemos mencionar la implementación de nuevas herramientas de software, la contratación de un nuevo equipo de trabajo para subsanar algún desafío existente o la actualización de políticas de trabajo remoto.

Gestión de cambios individuales

                Aquí hablamos de proyectos de cambios que ayuden a un individuo a crecer en el desempeño de sus tareas o a alcanzar metas específicas. Un ejemplo puede ser el aprendizaje de nuevas habilidades.

                No todas las iniciativas de cambio se ajustarán de forma precisa en algunos de los niveles antes mencionados. De hecho, es posible que iniciativas de cambio involucren dos o tres niveles de forma simultánea.

                Por ejemplo, digamos que usted está modificando el organigrama de su compañía y decide iniciar un programa de entrenamiento para mejorar las habilidades de sus empleados. Así, estaríamos en presencia de un cambio que afecta los tres niveles.

Beneficios de la gestión de cambios

                Todos los cambios, sean grandes o pequeños, se ven favorecidos por una bien pensada gestión de cambios. Los cambios no acontecen de forma natural y espontánea en las personas u organizaciones; por ende, sin una apropiada gestión de cambios, es muy probable que usted choque contra muros perdiendo tiempo y dinero. La gestión de cambios es la clave para una exitosa implementación de cambios duraderos.

Entre los beneficios de incorporar una gestión de cambios tenemos:

  1. El combate proactivo de toda resistencia interna a los cambios.
  2. El establecimiento de objetivos de cambio claros que permiten a las compañías monitorear eficientemente los resultados.
  3. La creación de estrategias efectivas de implementación de cambios que pueden estandarizarse y aplicarse a múltiples proyectos de cambios en cualquier área de la organización.
  4. La dirección y el balance de múltiples componentes del cambio como el capital humano, los procesos, la tecnología, etc.
  5. El empoderamiento de los miembros del equipo de trabajo y los empleados para apuntar hacia cambios rápidos, permitiéndoles alcanzar mayores niveles de productividad.
  6. El poseer exitosos proyectos de cambio que le permitan a la organización mantenerse en constante evolución.

                Aunque este tema parezca exclusivo para empresas grandes o multinacionales, la verdad es que todo negocio (sea grande o pequeño) y, por ende, todo emprendedor debe interesarse en estos conocimientos para lograr alcanzar los objetivos financieros (dentro de una organización o a nivel individual como profesional independiente) que se haya planteado.

¡YA ESTÁ DISPONIBLE LA 2DA PARTE DE ESTE ARTÍCULO! – Léela haciendo clic aquí: Gestión de cambios – II parte

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Alfabetización financiera Profesionales Aquí. Finanzas personales

Anteriormente, en nuestro artículo llamado Finanzas Personales, definimos qué son las finanzas personales, discutimos su importancia, dimos un vistazo a los elementos que las conforman y ahondamos en sus cinco áreas principales. Ahora, seguiremos profundizando aún más el tema; esta vez, hablando acerca de los Principios Fundamentales de las Finanzas Personales.

Este artículo es la continuación del post «Finanzas Personales». Si aún no lo has leído, hazlo haciendo clic aquí.

Principios Fundamentales de las Finanzas Personales

Existen 12 principios básicos de unas finanzas personales exitosas, según la Jump$tart Coalition for Financial Literacy, una organización sin fines de lucro que promueve la alfabetización financiera en las escuelas públicas de los EEUU.

Aunque estas fueron diseñadas para enseñarles a los niños las bases de la educación financiera y de la responsabilidad, los mismos también han sido utilizados por más de dos décadas para guiar a los adultos hacia mejores prácticas financieras. Realmente estos principios tienen validez en cualquier etapa de la vida.

A continuación, elegiremos los 9 principios que mejor se adaptan a las economías de América Latina y el Caribe.

Los 9 Principios Fundamentales de las Finanzas Personales

Primero: Conozca su salario neto

Tenga en cuenta sus ingresos antes de comprometerse con cualquier gasto significativo, como deudas de tarjetas de crédito, préstamos para automóviles o una hipoteca.

Segundo: Págate primero a ti mismo

Aparta algo de dinero de cada ingreso para emergencias inesperadas y metas a largo plazo antes de pagar tus facturas y deudas

Tercero: Comienza a ahorrar ahora

Idealmente, deberías comenzar a ahorrar para el futuro mientras aún eres joven. Mientras más tiempo ahorres, más intereses ganarás por tus ahorros.

Cuarto: Nunca pidas prestado lo que no puedes pagar

Asegúrate de que puedes pagar lo que debes. Esto mejorará tu historial de crédito y mantendrá tus deudas a niveles manejables. Si algo está más allá de tu presupuesto, es mejor esperar a ahorrar o planificar para comprarlo a mediano o largo plazo antes que adquirir compromisos que no se podrán honrar.

Quinto: Establecer un presupuesto

Crea un presupuesto anual con los ingresos y egresos que puedas estimar. Ello será una hoja de ruta que podrás utilizar para afianzar tus ahorros a la vez que te planificas para cubrir tus necesidades diarias con los ingresos que posees.

Sexto: Recuerda que grandes ganancias implican grandes riesgos

Inversiones con grandes ganancias están típicamente vinculadas con grandes riesgos que deberás afrontar. Por ende, es mejor diversificar tus inversiones lo cual distribuirá los riesgos respectivos, logrando así proteger un poco más tus finanzas.

Séptimo: No esperes algo a cambio de nada

Mantente alerta ante las promesas de hacerte rico rápidamente. Si esto sucediera así, todo el mundo seguiría ese camino. En pocas palabras, si suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente es porque lo es.

Octavo: Planifica tu futuro financiero

Tómate el tiempo para escribir tus metas financieras a corto, mediano y largo plazo. Luego, trabaja en una hoja de ruta realista que puedas seguir para alcanzar tales objetivos.

Noveno: Tu crédito pasado determina tu crédito futuro

Tu historial crediticio es mantenido por años por las instituciones bancarias y en la memoria de aquellos que han hecho negocios contigo. Si tienes problemas cancelando tus préstamos, deudas o tarjetas de crédito, tales registros obstaculizarán tus oportunidades para obtener crédito en el futuro.

Estas fueron solo algunos de los principios fundamentales de las finanzas personales que mejor se adaptan a las economías de américa latina y el caribe. También te recomendamos explorar otros principios como acceder a pólizas de seguro que pueden proteger tu economía en situaciones de crisis. En todo caso, la mayoría de lo aquí expuesto puede adaptarse y ponerse en práctica en la vida financiera de cualquier persona más allá de las circunstancias variables.

¡Mantente en contacto con nosotros a través de este sitio web o de las redes sociales para seguir aprendiendo acerca de temas de emprendimiento, finanzas y superación personal!

Finanzas personales profesionales aquí

Las finanzas personales son un término destinado a describir la gestión de tus finanzas a través de presupuestos, gastos y ahorros. Esto implica una planificación a largo plazo considerando los posibles riesgos financieros, la jubilación, la planificación patrimonial, las inversiones y cómo evolucionan los mismos a lo largo de la vida.

Las finanzas personales incorporan la manera en la que administras todos los aspectos de tus finanzas o las de tu familia, tanto a corto como a largo plazo. El término también se usa para describir toda una industria dedicada a los servicios y productos diseñados para ayudar a las personas a administrar sus finanzas y aprovechar las oportunidades de inversión.

Importancia de las Finanzas Personales

Las finanzas personales son una parte vital no solo de la gestión de tus necesidades financieras diarias, sino también de la planificación de tu futuro financiero. Cuanto antes controles las finanzas personales, mejores serán tus perspectivas financieras a largo plazo para cosas como invertir o planificar la jubilación.

Elementos de las Finanzas Personales

Al comprender los elementos de las finanzas personales, puedes entender mejor las oportunidades para mejorarlas. Este conocimiento puede ayudarte a presupuestar para las necesidades actuales mientras planificas objetivos financieros a largo plazo.

Elementos de las Finanzas Personales:

  • Gestión de patrimonios
  • Vivienda / hipoteca
  • Tarjetas de crédito
  • Seguros
  • Inversiones
  • Planificación patrimonial
  • Gestión de riesgos
  • Impuestos
  • Jubilación
  • Presupuestos
  • Seguridad social
  • Préstamos y deudas

¿Cuáles son las cinco áreas de las finanzas personales?

Aunque las finanzas personales tienen varios aspectos, encajan fácilmente en una de cinco categorías: ingresos, gastos, ahorros, inversiones y protección. Estas cinco áreas son fundamentales para dar forma a tu planificación financiera personal.

Cinco aspectos de las finanzas personales:

Ingresos

Los ingresos son la base de tus finanzas personales e incluyen todas las partes de tu flujo de efectivo: el dinero que recibes de todas las fuentes.

Incluye tu nómina, pensión o Seguridad Social, rentas de inmuebles en alquiler o inversiones.

Egresos

Los egresos incluyen el dinero para cualquier gasto que tengas. Controlar la cantidad de dinero que gastas puede permitirte reservar dinero para hacer crecer tu futuro financiero.

Ahorros

Los ahorros incluyen cualquier dinero de tus ingresos que no gastes sino que reservas para el futuro. Es necesario prever gastos potenciales, planificados o no planificados.

Inversión

Invertir es diferente de ahorrar. Mientras que los ahorros son lo que queda de sus ingresos, las inversiones son compras que te permiten obtener ingresos o ahorros futuros. Las inversiones pueden incluir compras de fondos mutuos, acciones, bonos o bienes raíces que usted espera que le brinden una buena tasa de rendimiento. Pero las inversiones vienen con un riesgo.

Protección

La protección contra riesgos financieros se puede manejar a través de una variedad de productos financieros que incluyen rentas vitalicias, seguros de propiedad o accidentes, seguros de vida y seguros de salud. Estos pueden proporcionar seguridad financiera o protección contra costos financieros inesperados.

Si deseas alcanzar la libertad financiera, es indispensable que conozcas a fondo todo lo relacionado con el manejo de las Finanzas Personales. Para ello, tenemos preparado una serie de artículos donde profundizaremos en estos tan importantes temas. ¡Permanece atento a nuestro sitio web y RRSS para enterarte de todo lo nuevo!

Lee la segunda parte de este artículo, Alfabetización Financiera, haciendo clic aquí

mejorar la comunicación en el ámbito laboral profesionales aquí

En la primera parte de este artículo tuvimos un abreboca de la importancia de mejorar los procesos comunicativos dentro de la organización; todo debido a que la mayoría de los problemas  en el ámbito laboral derivan de una comunicación deficiente.

En tal sentido, daremos continuidad explicando más a detalle cada una de las recomendaciones dadas en el artículo anterior —si no los has leído, puedes hacerlo haciendo clic aquí—.

Escuchar activamente

¿Cuántas veces no has sentido que, al hablar con alguien, esa persona solo parece estar pensando lo que te va a responder? Pues bien, la escucha activa es todo lo contrario. Se centra en los siguientes aspectos:

  • Las palabras que el hablante dice
  • El tono de voz y el lenguaje corporal que el hablante expresa
  • El mensaje implícito que no dice abiertamente pero que insinúa

Un oyente activo suele, además, parafrasear a su interlocutor diciendo algo como lo siguiente: “Si te entiendo bien, ¿me estás diciendo que x…?”. Solo cuando hayas realmente entendido el mensaje de tu interlocutor llegará el momento de pensar en tu intervención.

Entender diferentes estilos de comunicación

No todos se expresan del mismo modo: unos son directos mientras otros son indirectos, unos son tímidos mientras otros son extrovertidos, unos expresan sus sentimientos mientras otros se centran en los hechos prácticos…

En este orden de ideas, no importa cuán correcto piensas que es tu forma de expresarte: si alguien no te entiende, no es culpa de esa persona sino tuya. Es tu tarea el analizar la manera en que tal persona se comunica y transmitirle los mensajes “en su mismo idioma”.

Agendar reuniones semanales del equipo de trabajo

Uno de los mayores peligros que acechan a los equipos de trabajo es el desgaste: mientras menos hablen los miembros entre sí, más se enfriarán las relaciones. Buena comunicación genera más buena comunicación. Por ende, los grandes líderes conocen la importancia de abrir espacios semanales de encuentro entre todos los miembros de su equipo de trabajo para fomentar el compañerismo y la unidad.

Tener un lenguaje corporal adecuado

¿Te has propuesto mirarte al espejo y ver cómo luces al hablar?, descruzar los brazos, tener una postura erguida (sin sobreactuar), hacer contacto visual y sonreír amablemente son señales que le indican a tu interlocutor que estás dispuesto a escuchar su mensaje.

Conocer los intereses de tu audiencia

Si te toca expresarte en público y dar una presentación, no es suficiente con pensar cómo te gustaría a ti recibir esa información. Tal vez tu audiencia no está interesada en complejas estadísticas difíciles de entender y solo quieren conocer la aplicación práctica de tus informes. O, tal vez, tu audiencia está deseosa de conocer cifras y datos exactos que respalden las propuestas pragmáticas que presentas. En todo caso, la recomendación es salir de ti mismo y ponerte en los zapatos de tu audiencia para transmitir el mensaje de acuerdo a sus necesidades e intereses (por encima de tus necesidades e intereses personales)

Reconocer y elogiar el trabajo bien hecho

Probablemente, si eres un supervisor, corregir y señalar los trabajos mal realizados sean parte de tu lista de deberes. Sin embargo, a nadie le gusta compartir con un crítico y un regañón. Procura observar cuando algo sea bien hecho y acostúmbrate a elogiar a quien se lo merezca. De este modo equilibrarás la balanza y evitarás que tus trabajadores sean tímidos en tu presencia. En su lugar, serán más abiertos a la hora de expresarte sus inquietudes.

Por otro lado, si eres un miembro del equipo, aprende a agradecer y reconocer la ayuda que recibas de tus compañeros por medio de los elogios.

Aprender a dar críticas constructivas correctamente

Si es necesario hacer una crítica, hazlo en privado, no en público. Si alguien expone sus ideas durante una presentación, lo mejor es esperar a que la presentación finalice y señalar los errores a puerta cerrada.

En este respecto, hay que considerar el momento y lugar adecuados para hacer una crítica. Si te encuentras en tu primer día de trabajo, no sería muy prudente cuestionar todo lo establecido a viva voz ¿verdad? El derecho a dar críticas constructivas debe ganarse llevando primero una trayectoria ejemplar.

Entender el papel que juega cada persona en el proyecto

Si has sido recientemente asignado a (o puesto a cargo de) un nuevo equipo de trabajo, tómate tu tiempo para saber exactamente quién hace qué en el proyecto. Lo anterior te ayudará a comunicarte más asertivamente con cada miembro del equipo.

Agendar reuniones 1:1

Agendar reuniones con cada empleado de forma individual te sorprenderá con todo lo que saldrá a la luz. Existen empleados que por timidez no expresan sus ideas en las reuniones grupales. No obstante, los mismos son capaces de compartir datos reveladores que, de otra manera, no tendrías acceso a recibir.

Conocer a los demás a nivel personal

Aprende a conversar sobre tópicos fuera de lo laboral con tus compañeros y empleados. Saber que María está sacando una licenciatura en las noches o que Carlos tiene un hijo enfermo no significa invadir el espacio personal sino, más bien, humanizar las relaciones lo cual deriva en más empatía y camaradería.

Aprender a hablar apropiadamente delante de un público

En el colegio, muchos de los ataques de pánico tuvieron lugar al tener que hacer una exposición en público. Sin embargo, en el trabajo, es una tarea muy frecuente. Hacerlo mal pondrá incómoda a tu audiencia mientras que hacerlo correctamente puede llamar la atención de forma positiva de aquellos que están en altos rangos ejecutivos. Aprender a hablar en público te preparará para avanzar en tu carrera con miras a cargos más altos en la organización.

Por otro lado, si tú eres el dueño, dirigirte de forma apropiada a tus empleados (al hablar en público) les hará sentir inspirados y representados lo cual redunda en un mayor sentido de pertenencia con la organización.

Comunicarse cara a cara más que hacerlo solamente vía online

Aunque la época de la pandemia y la globalización hace que, muchas veces, solo contemos con los chats y los emails para comunicarnos. Hablar en persona permite aprovechar más el lenguaje no verbal.

Si bien es cierto que los nativos digitales no parecen tener problemas con una comunicación exclusivamente online, hay que pensar en las personas mayores pertenecientes al equipo de trabajo que no están 100% adaptadas a la vida online (aunque aparentemente manejen las herramientas, emocionalmente se conectan más con una comunicación presencial). Por lo cual, deben hacerse esfuerzos para no dejar la comunicación presencial a un lado.

Tener un respaldo escrito de los acuerdos alcanzados en las conversaciones

Al participar en una reunión online o presencial, es posible que cada uno de los interlocutores se vaya con una idea distinta de lo conversado. Por ende, es conveniente finalizar cada encuentro enlistando los puntos tocados y los acuerdos alcanzados para poder darles continuidad a lo largo del tiempo (y cubrirse las espaldas ante posibles futuros malos entendidos). Enviar dicha lista a todos los involucrados en la conversación.

Participar en terapias y talleres de comunicación grupales con todo el equipo de trabajo

Los líderes en una organización (incluyendo aquellos que solo tienen departamentos pequeños a su cargo) deberían considerar participar en sesiones de  entrenamiento en la comunicación. Algunos de los puntos tratados anteriormente podrían pareces obvios pero, tal vez no sean tan evidentes para algunos de tus empleados.

Mejorar tus propias habilidades para comunicarte es siempre una idea excelente, aunque es posible llegar a un punto en el que —por muy bueno que seas expresándote— no seas capaz de compensar las debilidades comunicacionales de tu interlocutor. Si ese es el caso, considéralo una señal de que ha llegado la hora de programar terapias y talleres de comunicación grupales.

En conclusión

La comunicación efectiva puede ser difícil de alcanzar, y siempre hay algo que aprender. Aunque la comunicación sea solo una de las múltiples claves para alcanzar el éxito, se trata de una clave crucial.

Implementar estos consejos para mejorar la comunicación en tu ambiente de trabajo te hará destacar entre tus compañeros. Además, reducirás los niveles de estrés y aumentarás la productividad tuya y la de tus pares.

comunicación efectiva en el ámbito laboral

En casi todos los negocios, si les preguntas a los empleados qué origina más problemas e inconvenientes, la comunicación estaría muy cerca del primer puesto en la lista de quejas. Pero, ¿a qué nos referimos al decir que los negocios necesitan una mejor comunicación?

A veces, los empleados se quejan de una comunicación deficiente con sus superiores. Sin embargo, frecuentemente el problema real es la comunicación entre los empleados de algunos o, incluso, de todos los departamentos. Ciertas organizaciones podrían tener una comunicación inefectiva integrada en su cultura y procesos.

Todos hemos experimentado la frustración de lidiar con alguien cuya comunicación es imprecisa, confusa o hasta hostil. Cuando dicha persona es un compañero de trabajo, puede representar una verdadera fuga de energía, productividad y ánimo.

Por supuesto, no debemos olvidar que la comunicación es una calle de ambos sentidos y nosotros no estamos siempre conscientes de nuestras propias fortalezas y debilidades en esta área. No importa cuán experimentado te consideres en la comunicación, siempre hay aspectos que mejorar.

¿Cómo mejorar la comunicación en el trabajo?

Puede que estés consciente de que tus habilidades comunicativas necesitan mejorarse. O, tal vez, estás seguro de que tus habilidades para comunicarte están bien pero te encuentras batallando para trabajar eficientemente con alguien más debido al estilo de comunicación de esa persona. En ambos casos, los consejos dados a continuación te ayudarán a mejorar tu comunicación en el ámbito laboral. Usa estos tips para apuntalar tus propias debilidades o, incluso, ayudar a superar las debilidades de alguien más.

  1. Escuchar activamente
  2. Entender diferentes estilos de comunicación
  3. Agendar reuniones semanales del equipo de trabajo
  4. Tener un lenguaje corporal adecuado
  5. Conocer los intereses de tu audiencia
  6. Reconocer y elogiar el trabajo bien hecho
  7. Aprender a dar críticas constructivas correctamente
  8. Entender el papel que juega cada persona en el proyecto
  9. Agendar reuniones 1:1
  10. Conocer a los demás a nivel personal
  11. Aprender a hablar apropiadamente delante de un público
  12. Comunicarse cara a cara más que hacerlo solamente vía online
  13. Tener un respaldo escrito de los acuerdos alcanzados en las conversaciones
  14. Participar en terapias y talleres de comunicación grupales con todo el equipo de trabajo

Hemos ampliado cada uno de los consejos enlistados previamente en la segunda parte de este artículo. ¡Clic aquí para leerla!