La Economía Circular es tu oportunidad
El mercado está en constante evolución. Por ello, hay dos tipos de emprendedores: aquellos que crecen con los vientos nuevos y aquellos que terminan rezagados por resistirse al cambio.
Ciertamente, hay tendencias que son meras modas pasajeras, caprichos momentáneos de las masas a los que —en ocasiones— no merece la pena prestarles atención. Sin embargo, este no es el caso de la Economía Circular. Las señales son claras: La Economía Circular ha llegado para quedarse.
Pero, ¿qué es la economía circular? Veamos primero su contraparte
Economía lineal o tradicional
Un modelo de economía lineal o tradicional está basado en producir, consumir y desperdiciar. Como consecuencia de ello, se generan residuos a la vez que se extraen materias primas y recursos naturales de forma ininterrumpida.
A nivel mundial, la inmensa mayoría de estos residuos no se reciclan sino que terminan flotando en el océano, contaminando los ríos y degradando los suelos… todo ello deriva —directa o indirectamente— en ecocidios, cambios climáticos y afectaciones en las poblaciones más vulnerables.
El papel de la economía circular
El modelo de economía circular, por su parte, está enfocado en eliminar los residuos. Actúa en la raíz, es decir, desde el diseño del producto o servicio; todo con el propósito de que los materiales empleados sean reinsertados en la cadena de producción.
Así, los residuos se convierten en subproductos que siguen aportando valor extendiendo su vida útil.
Factores que impulsan a la economía circular
Cada vez son más los países del mundo que formulan políticas para impulsar un modelo de economía circular. Además, dicho modelo ha demostrado ser altamente competitivo y un poderoso estimulador de la innovación.
Por si fuera poco, el número de consumidores que exigen productos y servicios con impacto positivo a nivel social y ecológico va en aumento. Aquellas empresas que sigan contribuyendo a perpetuar el tradicional modelo de economía lineal corren el franco riesgo de quedar fuera del mercado.
Con todo, la principal motivación para realizar una transición hacia la economía circular es la ética. Los recursos de nuestro planeta son finitos: se estima que la extracción de recursos se ha triplicado desde 1970. En este mismo orden de ideas; se prevé que, para el 2030, el oro, la plata, el plomo, el litio y el antimonio podrían agotarse.
¿Quiénes pueden implementar el modelo de economía circular?
Absolutamente todos los negocios. Se trata de un asunto de cultura, de enfoque empresarial. Prácticas como el ecodiseño de productos —para que sean reparables—, la búsqueda de proveedores activos en la economía circular, la participación en simbiosis industrial o la implementación de la servitización son apuestas seguras que te ayudarán a realizar la transición.
Supongamos que se trate de una empresa de servicios digitales como el marketing, por ejemplo. Su inserción en la economía circular no sería tan evidente como la de una empresa que produzca electrodomésticos. Sin embargo, la empresa de marketing puede implementar prácticas para utilizar más eficientemente la energía eléctrica que consumen sus ordenadores. Además, puede darle preferencia a proyectos ecológicos al momento de decidir a quién prestar sus servicios.
¿Qué oportunidades te brindará la economía circular?
Aparte de hacer tus productos y servicios más atractivos para un segmento cada vez mayor de la población —que prefieren este tipo de oferta incluso por encima de otras más económicas o de “mejor calidad”—, la economía circular te lleva a un ahorro de recursos (y, por ende, de residuos) lo cual se traduce en un ahorro importante de costos; adicionalmente, te predispone a la innovación y competitividad.
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