¿Cómo tener una gran idea de negocios?
Tal vez tengas una, dos o tres ideas de negocios dando vueltas en tu mente. No importa si se trata de monetizar la bisutería que realizas manualmente a manera de pasatiempo o de vender productos a un creciente nicho de mercado, si estás leyendo esto es porque coqueteas con la posibilidad de iniciar tu propio negocio o con la posibilidad de tener ingresos extra sin abandonar tu empleo actual.
Lo que usualmente hace falta en las etapas iniciales del desarrollo de un negocio exitoso es la confianza que deriva del saber que cuentas con una gran idea de negocios, una solución que capitaliza efectivamente la demanda de un mercado ya existente generando así ingresos sostenibles.
Si no te sientes del todo confiado en tu idea de negocios o, simplemente, tienes muchas ideas y no sabes cual escoger, aquí compartiremos algunas interrogantes clave que te ayudarán a transitar a través del proceso de desarrollo de tu emprendimiento para convertir tu idea en una realidad.
¿Qué hace grande a una idea de negocios?
Una gran idea de negocios no es solo una “idea” sino más bien una oportunidad con una plan, un plan que te permite acumular una base de datos de clientes mientras operas de forma rentable y escalable. Muchos emprendimientos pequeños fallan porque comienzan con una idea que resuelve una problemática pero no encuentran nunca el gancho, el atractivo que necesitan para convertirse en “la sensación”.
Como veremos, las ideas de negocio son solo el primer paso en una larga trayectoria de consideraciones a tomar en cuenta para desarrollar un emprendimiento exitoso. Para lograrlo, se necesita evaluar el potencial de tu idea y tu potencial para llevarla a cabo.
¿Qué tipo de emprendedor eres?
Decidirse a convertir una idea en un emprendimiento es la parte fácil; obtener un negocio rentable es el verdadero compromiso.
Ser un emprendedor exitoso comienza con el autoconocimiento. Saber tus fortalezas, debilidades e intereses te permite aprovechar tus puntos fuertes, anticiparte a tu talón de Aquiles y permanecer motivado cuando te estanques durante el proceso de desarrollo de tu negocio.
Hay quienes aman el arte del emprendimiento y la arquitectura de sistemas rentables. Para ellos, la rentabilidad económica es el motor que los impulsa. No obstante, la mayoría de los emprendedores son motivados por una problemática, dolor o pasión que los cuenta a ellos mismos entre su clientela. Estos últimos aman ver a las personas disfrutar sus productos.
A continuación, compartimos algunas interrogantes que te ayudarán a saber si estás listo para incursionar en el emprendimiento:
- ¿Tienes firmes opiniones, experticia o vivencias relacionadas con la categoría de tus productos?
- ¿Cuentas con las habilidades necesarias para darle impulso a tu idea de negocios? Tal vez eres un gran comunicador capaz de presentarte elocuentemente ante revendedores para formar relaciones comerciales con otros emprendedores o, quizá, posees experiencia en el diseño gráfico lo cual te permite desarrollar una imagen atractiva para tu marca. ¿Hay habilidades que no posees pero que puedas apoyarte en socios o empleados que sí las tengan?
- ¿Estás personalmente involucrado en el problema que tu producto resuelve? No es necesario pero ayuda mucho.
- ¿Puedes crear contenido para hacer crecer una audiencia online (redes sociales, canal de YouTube, listas de email)? Algunos emprendedores actuales comenzaron construyendo audiencias cautivas que, eventualmente, se convirtieron en la columna vertebral de un negocio próspero.
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