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https://profesionalesaqui.com/wp-content/uploads/2024/03/elearning-aula-virtual-profesionales-aqui-equipo-de-facilitadores.jpg15002250adminwebmasterhttps://profesionalesaqui.com/wp-content/uploads/2020/06/logo-profesionales-aqui-home-header.pngadminwebmaster2024-03-12 18:24:452024-03-12 18:53:26Trabaja con nosotros en nuestra Aula Virtual
Cuando nos preparamos para una entrevista de trabajo, nuestra atención probablemente se centra en las preguntas difíciles que enfrentaremos, las respuestas que daremos y las anécdotas profesionales, ingeniosas y ligeramente graciosas que contaremos. Después de todo, de eso se trata la mayor parte de la entrevista y de lo que (con suerte) nos permitirá obtener un pase rápido a una carta de oferta.
Sin embargo, incluso antes de que tengamos la oportunidad de dar esas respuestas impecablemente pensadas, ya tendremos todos los ojos puestos encima, evaluando nuestro potencial para adaptarnos al trabajo y a la empresa. Desde el momento en que entramos por la puerta, la presión aumenta: tenemos que causar una primera impresión estelar.
Antes de comenzar tu próxima entrevista, consulta estos ocho consejos que te traemos desde Profesionales AQUÍ para que estés seguro de presentarte de manera adecuada y tener la entrevista de trabajo más exitosa posible.
1. Sé puntual
Lo has escuchado un millón de veces: “Si llegas temprano, llegas a tiempo; si llegas a tiempo, llegas tarde”. Ser puntual debe ser un hecho, especialmente cuando el trabajo de tus sueños está en juego. Pero no importa cuántas veces lo hayas escuchado, vale la pena mencionarlo nuevamente: llega a tiempo.
¿Vas tarde? Llama lo antes posible para informar a tus entrevistadores. Lo apreciarán mucho más que si les ofreces una excusa poco convincente después de haberlos tenido esperando durante 30 minutos.
2. Vístete como corresponde
Tu apariencia probablemente no será la base de la decisión final del entrevistador, pero ciertamente puede influir en cómo te perciben por primera vez. Cuando te presentas con un traje bien planchado y zapatos impecables con un maletín a cuestas, darás la impresión de ser una persona profesional y bien arreglada.
Si, por el contrario, vistes un poco más informal que todos los demás en la oficina, haciendo malabares con tu maletín, bolso, paraguas y una pila de currículums, probablemente no exudarás la misma sensación de profesionalismo.
3. Lleva sólo lo esencial
Es posible que necesites una dosis de cafeína para animarte ante tu inminente reunión, pero no lleves tu vaso desechable a la oficina para terminar los últimos sorbos. Claro, no parece gran cosa (¿quién no bebe café en el lugar de trabajo?), pero probablemente no quieras que tu primera interacción con tu posible empleador (o incluso con la recepcionista) sea algo así como: «Oye, ¿tienes una papelera por allí?»
Lo mismo ocurre con otros elementos no esenciales, como la barra de granola que estás comiendo o el chicle que olvidaste escupir. Puede que no sean motivo suficiente para descartarte, pero no te pondrán en la luz más favorable.
4. Sé amable con la recepcionista
Es posible que la persona en la recepción no sea el gerente de contratación, pero eso no significa que la impresión que tenga de usted no importe. De hecho, algunas empresas piden específicamente a sus recepcionistas que informen sobre el comportamiento de los entrevistados que entran por la puerta. Y eso probablemente influye en la decisión final de contratación, por lo que es importante tratar a esa persona tan bien como tratarás a tu entrevistador.
5. Guarda tu teléfono
Es una tendencia natural sacar tu teléfono inteligente cada vez que tienes que esperar: en la fila del supermercado, durante los comerciales, mientras esperas que la máquina expendedora te dispense tu Coca-Cola Light… ya sabes.
Pero, si estás esperando en el vestíbulo, no utilices automáticamente tu teléfono para matar el tiempo. En su lugar, tómate ese tiempo para revisar tu currículum (o tu guía de preparación todo en uno) y piensa en lo que quieres transmitir durante la entrevista. Luego, cuando tu entrevistador haga su aparición, no te tomarán desprevenido, no tendrás que cerrar Instagram ni guardarás tu teléfono apresuradamente en tu maletín.
6. Ten todo ordenado, organizado y accesible
Puedes estar seguro de que, dentro de los primeros minutos de tu reunión, tu entrevistador te pedirá una copia de tu currículum actualizado. Pero si tienes que hurgar en tu bolso, entre envoltorios de dulces, cargadores de teléfonos y recibos viejos, lucirás un poco desorganizado.
Para causar la mejor primera impresión, todo lo que necesitas debe estar perfectamente organizado y ser fácilmente accesible: debes poder sacar tu currículum, referencias e incluso un bolígrafo (uno que no esté completamente destrozado) cuando te lo pidan. Cuanto menos tengas que hurgar en tu bolso, mejor.
7. Da el primer paso
Cuando eres un invitado en la oficina de tu posible empleador, probablemente esperas que él dé el primer paso cuando se trata de presentaciones. Y si bien eso puede terminar siendo cierto, no temas extender primero la mano para ese apretón de manos inicial. Con solo ese pequeño gesto, estás transmitiendo que estás emocionado de estar allí, listo para comenzar tu entrevista, confiado y seguro de ti mismo.
8. Encuentra una conexión
Después de realizar las presentaciones iniciales, consolida tu primera impresión estelar estableciendo una conexión con el entrevistador. No tiene que ser algo grande, solo algo en común que te pondrá el pie en la puerta y comenzará tu conversación con una vibra de «esto podría funcionar«.
Tal vez el título colgado en la pared de la oficina del entrevistador genere esa conexión (“Oh, ¿fuiste a la Universidad de Florida? ¡Yo también soy Gator!”), o el premio colocado en su estantería (“Yo también corrí el maratón de Boston el año pasado. ¿Cómo te fue?”).
¿No ves nada digno de conversación? Profundiza un poco más en una pequeña charla: ¿Cuánto tiempo lleva viviendo el entrevistador en la zona? ¿De dónde se mudó? Saca detalles que te permitan romper el hielo («Oh, ¿te mudaste desde Atlanta? Viví allí hace unos años. ¿No está el peor tráfico en la avenida 285?«). No tiene que ser una conexión importante; pero encontrar algo sobre lo que conversar antes de ponerse manos a la obra los tranquilizará a ambos.
Es posible que estos consejos por sí solos no te garanticen el trabajo, pero ciertamente pueden acercarte un poco más. Cuando comiences tu entrevista con el pie derecho, podrás afrontar las preguntas difíciles con confianza. Y esa podría ser la clave para tu nuevo trabajo.
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https://profesionalesaqui.com/wp-content/uploads/2024/03/8-consejos-para-una-entrevista-laboral-exitosa-profesionales-aqui.jpg8001600adminwebmasterhttps://profesionalesaqui.com/wp-content/uploads/2020/06/logo-profesionales-aqui-home-header.pngadminwebmaster2024-03-05 20:51:552024-03-05 20:51:588 tips para tener una excelente primera impresión en tu entrevista de trabajo
En la primera parte de este artículo, exploramos qué es la gestión de cambios y abordamos algunos aspectos clave como lo son su importancia dentro de la organización, cuáles son los diversos niveles en los que la gestión de cambios se puede aplicar y qué beneficios nos otorga basarnos en una gestión de cambios al momento de proponernos realizar modificaciones en nuestra empresa.
Lee la primera parte de este artículo haciendo clic aquí.
A continuación, continuaremos ahondando más en este tema que es prioridad para cualquier gerente, supervisor o dueño de negocio que desee robustecer, fortalecer los procesos y estructuras llevadas a cabo en la organización.
Tipos de gestión de cambios
Puedes aplicar diferentes tipos de gestión de cambios, metodologías y teorías de acuerdo al cambio específico que estés abordando. Ahora, analicemos cada uno de estos tipos de cambios:
Cambios individuales
Cambio excepcional: se entiende como un evento aislado en la vida de un individuo; puede que se trate de un cambio importante; sin embargo, no afecta en mayor medida otros aspectos de su vida por lo que dicho individuo continua ejerciendo sus labores dentro de la organización sin novedades trascendentales.
Cambio gradual: los cambios graduales no requieren alteraciones bruscas del orden establecido. Antes bien, se dan en etapas pequeñas, casi imperceptibles lo cual ayuda a evitar que se produzca resistencia al cambio (las alarmas que se activan cuando se saca al individuo de su zona de confort permanecen apagadas)
Cambios tipo péndulo: se trata de cambios radicales y repentinos que usualmente coloca a los individuos en una posición totalmente opuesta a la que estaban acostumbrados, lo cual los obliga a asumir decisiones extremas. Por ejemplo, pasar de un trabajo presencial establecido en la oficina a un trabajo 100% online de la noche a la mañana.
Cambios de paradigma: muchos especialistas consideran a este tipo de cambios como el “cambio verdadero”. Se da cuando el abordaje de la información, los roles a cumplir y los patrones de comportamiento son “reasumidos” y conducidos hacia un renacer, un nuevo conjunto de creencias y sistema de valores. Se entiende como el “estándar de oro” de los cambios ya que, cuando se logra exitosamente, el individuo habrá internalizado todo el proceso por lo que su desempeño y actitudes futuras podrán ser estimadas con cierta precisión.
Cambios organizacionales
Cambios evolutivos: es el tipo de cambio más común experimentado por las organizaciones. Se le llama cambio evolutivo porque se desglosa de la selección natural, se da cuando pequeñas variaciones en el desempeño, ajustes o cambios en la respuesta por parte de las personas y grupos se suscitan en un entorno cambiante. Algunos resultados de este tipo de cambios son frecuentemente insignificantes y espontáneos; otros resultados tienden a acumularse como una serie de continuos impactos mínimos que alteran lo que la gente hace y alteran la respuesta de las organizaciones de forma gradual. Al igual que la evolución biológica, estos cambios son demasiado pequeños para percibirse pero, con el tiempo, al mirar en retrospectiva, será notoria la distancia recorrida.
Cambios revolucionarios: existen desde hace mucho tiempo. Las organizaciones experimentan este tipo de cambios cuando se ven forzadas por fuerzas internas o externas —a veces bienvenidas, aunque mayormente son fuerzas hostiles—. Este tipo de cambios viene acompañado por la rotación de los que ostentan puestos de poder y, en ocasiones, su impacto puede ser cataclísmico.
Cambios dirigidos: este tipo de cambios fue poco común a inicios del siglo XX pero ha incrementado su popularidad durante los últimos 80 años. Se le llama cambio dirigido porque es diseñado para alcanzar un propósito específico. Realizar este tipo de cambios involucra mover la gestión, la fuerza laboral y la cultura de la organización hasta alinearlos con las estrategias, estructuras, procesos y sistemas que llevarán a alcanzar el estatus o visión que se desea.
Cambios dirigidos
Dentro de los cambios dirigidos, hay tres tipos diferentes de gestión de cambios. Es importante reconocerlos ya que cada uno requiere sus propias estrategias y planificaciones para generar compromiso, reducir resistencias y ganar fácil aceptación por parte de las personas que se verán afectadas.
Cambios de desarrollo: en su manifestación más simple, un cambio dirigido puede tomar el rumbo del desarrollo. En estos casos, el negocio mejora lo que está haciendo. Mejora las habilidades existentes, los procesos, métodos, estándares de desempeño o condiciones de trabajo. Por ejemplo: buscar el incremento de las ventas, establecer entrenamientos de comunicación interpersonal o ejecutar sencillos procesos de mejorías del entorno laboral.
Cambios transformacionales: uno de los tipos de cambios más desafiantes. Aquí, el resultado de los cambios es desconocido. Lo que se obtiene proviene del ensayo y error, nuevos límites e interacciones que antes no existían. Este tipo de cambios es la razón por la que se han desarrollado disciplinas de gestión de cambio más avanzadas. Gracias a las pocas probabilidades de que los cambios sigan una trayectoria en línea recta, se crean programas de gestión de cambios para lidiar con las ambigüedades. Todo ello ayuda a determinar líneas de tiempo que dependen menos de la planificación y más de la velocidad de aceptación que tengan los cambios a nivel de creencias y sistemas de valores. Como ejemplos podemos mencionar complejas migraciones y adquisiciones, el cambio de canales de negocios regulares hacia canales de negocio virtuales y cambios de marca radicales o «rebranding».
Cambios transitivos: estos tipos de cambios son más tradicionales y engloban el reemplazo de algo “viejo” por algo “nuevo”. Ello implica que las personas se desprendan emocionalmente de las viejas maneras de trabajar y sean lideradas por la necesidad que tiene la organización de desmantelar lo anticuado, lo obsoleto para colocar lo nuevo y vigente en su lugar. El resultado final de estos cambios puede ser visualizado con lujo de detalles lo cual implica que este tipo de cambios es ideal para aplicar herramientas de gestión de cambio más básicas. Esto es posible gracias a que las personas serán mayoritariamente impactadas a nivel de habilidades y acciones a la vez que verán pocos o ningún cambio en el aspecto cultural y de sistema de valores. Como ejemplo podemos mencionar adquisiciones simples, creación de nuevos productos o servicios para reemplazar a los antiguos e implementaciones de nuevo software que no requieren cambios significativos en la cultura o comportamientos.
Conocer el tipo de cambios que se desea llevar a cabo facilita la elección de una metodología de gestión de cambios adecuada para alcanzar el éxito en una cruzada que no está exenta de grandes desafíos.
Webinar gratuito: ¿Cómo mantener a flote mi negocio en tiempos de crisis?
A cortesía de ProfesionalesAQUÍ, el Lcdo. Fabio Mota (tecnólogo, programador y educador) y la Lcda. Sandra Méndez Santana (relacionista industrial, asesora de negocios y fundadora de ProfesionalesAQUÍ) compartirán conocimientos útiles para asegurar la supervivencia de tu negocio aun en condiciones adversas.
https://profesionalesaqui.com/wp-content/uploads/2023/07/gestion-de-cambios-2-parte-profesionales-aqui.jpg596900adminwebmasterhttps://profesionalesaqui.com/wp-content/uploads/2020/06/logo-profesionales-aqui-home-header.pngadminwebmaster2023-07-17 16:57:262023-07-17 16:57:28Gestión de cambios – II parte
La gestión de cambios es el proceso de dirigir modificaciones organizacionales de principio a fin. Incluye la planificación, implementación y solidificación de cambios dentro de la empresa. Es decir; estamos hablando del modo en el que las compañías manejan modificaciones tales como la implementación de nuevas tecnologías, ajustes a los procesos ya existentes y reordenamientos de la jerarquía organizacional. Este proceso no es igual en todos los casos ya que depende del tipo de cambios que se estén liderando.
¿Por qué es importante la gestión de cambios?
Formular un plan de gestión de cambios ayuda a las organizaciones a realizar transiciones más armoniosas durante los tiempos de cambio. Usted podría ordenar algunos cambios en su negocio o compañía, pero si no cuenta con un plan para implementar, monitorear y obtener reportes del éxito de dichos cambios, entonces se habrá preparado para fracasar. Más allá del tipo de cambio que desees llevar a cabo, la gestión de cambios te otorga control sobre todo el proceso —proceso que, generalmente, conlleva un costoso plan de implementación e inversión.
Diferentes niveles de gestión de cambios
La gestión de cambio puede ser aplicada en los siguientes niveles:
Cambios estructurales
Los cambios estructurales se refieren a la gestión de cambios en proyectos grandes en términos de escalabilidad y alcance. Estos cambios son, con frecuencia, dramáticos tales como la alteración de la jerarquía organizacional, el lanzamiento de un nuevo producto o la migración hacia un mercado online.
Cambios graduales o adaptativos
Estos cambios se dan en proyectos más pequeños afectando, en menor proporción, a productos, procesos, estrategias y flujos de trabajo. Como cambios adaptativos podemos mencionar la implementación de nuevas herramientas de software, la contratación de un nuevo equipo de trabajo para subsanar algún desafío existente o la actualización de políticas de trabajo remoto.
Gestión de cambios individuales
Aquí hablamos de proyectos de cambios que ayuden a un individuo a crecer en el desempeño de sus tareas o a alcanzar metas específicas. Un ejemplo puede ser el aprendizaje de nuevas habilidades.
No todas las iniciativas de cambio se ajustarán de forma precisa en algunos de los niveles antes mencionados. De hecho, es posible que iniciativas de cambio involucren dos o tres niveles de forma simultánea.
Por ejemplo, digamos que usted está modificando el organigrama de su compañía y decide iniciar un programa de entrenamiento para mejorar las habilidades de sus empleados. Así, estaríamos en presencia de un cambio que afecta los tres niveles.
Beneficios de la gestión de cambios
Todos los cambios, sean grandes o pequeños, se ven favorecidos por una bien pensada gestión de cambios. Los cambios no acontecen de forma natural y espontánea en las personas u organizaciones; por ende, sin una apropiada gestión de cambios, es muy probable que usted choque contra muros perdiendo tiempo y dinero. La gestión de cambios es la clave para una exitosa implementación de cambios duraderos.
Entre los beneficios de incorporar una gestión de cambios tenemos:
El combate proactivo de toda resistencia interna a los cambios.
El establecimiento de objetivos de cambio claros que permiten a las compañías monitorear eficientemente los resultados.
La creación de estrategias efectivas de implementación de cambios que pueden estandarizarse y aplicarse a múltiples proyectos de cambios en cualquier área de la organización.
La dirección y el balance de múltiples componentes del cambio como el capital humano, los procesos, la tecnología, etc.
El empoderamiento de los miembros del equipo de trabajo y los empleados para apuntar hacia cambios rápidos, permitiéndoles alcanzar mayores niveles de productividad.
El poseer exitosos proyectos de cambio que le permitan a la organización mantenerse en constante evolución.
Aunque este tema parezca exclusivo para empresas grandes o multinacionales, la verdad es que todo negocio (sea grande o pequeño) y, por ende, todo emprendedor debe interesarse en estos conocimientos para lograr alcanzar los objetivos financieros (dentro de una organización o a nivel individual como profesional independiente) que se haya planteado.
Webinar gratuito: ¿Cómo mantener a flote mi negocio en tiempos de crisis?
A cortesía de ProfesionalesAQUÍ, el Lcdo. Fabio Mota (tecnólogo, programador y educador) y la Lcda. Sandra Méndez Santana (relacionista industrial, asesora de negocios y fundadora de ProfesionalesAQUÍ) compartirán conocimientos útiles para asegurar la supervivencia de tu negocio aun en condiciones adversas.
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